Prevención de la contaminación ambiental: pasos para crear e implementar un plan corporativo

La prevención de la contaminación ambiental necesita pasar por una etapa de planificación. Etapa en la que se revisan los procesos y se examina la operación total con el fin de encontrar los aspectos ambientales, las actuaciones que generan emisiones, que afectan fuentes de agua u otras amenazas para el medio ambiente. Planificar la prevención de la contaminación ambiental ayuda a encontrar formas de lograr objetivos efectivos, a menor coste. También ayuda a eliminar problemas desde la causa raíz, en lugar de aplicar paliativos o medidas de mitigación.

¿Cómo planificar paso a paso un plan de prevención de la contaminación ambiental?

En muchas regiones o áreas geográficas, la planificación de la prevención de la contaminación ambiental es una obligación regulatoria. Los organismos encargados suelen solicitar a las empresas presentar planes para mejorar su gestión ambiental. Estos planes deben acoger las mejores prácticas y demostrar que tienen la capacidad de mejorar de forma sustentable la relación entre la operación de la organización y el medio ambiente. Esta guía, paso a paso, ha sido diseñada para obtener un plan de prevención de la contaminación ambiental funcional y efectivo:

1. Establecer el compromiso de la organización

La declaración de objetivos y compromisos ambientales, contenidos en una política, debe ser firmada por la Alta Dirección y comunicada a todos los empleados, en todos los niveles y todas las áreas. La declaración de compromiso, o política, se acompaña de la asignación de recursos para la ejecución general del plan. Dentro de esos recursos, están los humanos y los tecnológicos. Es preciso definir quiénes liderarán la implementación del plan, el equipo de trabajo que los asistirá y los recursos tecnológicos que le aporten a la gestión la necesaria inmediatez y agilidad.

2. Definir el alcance y las necesidades inmediatas

Con el apoyo de la Alta Dirección, los recursos asignados y el equipo conformado, el siguiente paso es definir el alcance de la gestión de prevención de la contaminación ambiental y evaluar riesgos:

• Definir el alcance es especialmente importante para la gestión de riesgos, elemento esencial del plan. Es probable que la prevención se enfoque tan solo en la producción de unos determinados productos, que tienen mayor impacto en el medio ambiente. Igualmente, es necesario definir los procesos – todos, algunos o solo los que cumplan determinadas condiciones -, que estarán dentro del alcance del plan de prevención ambiental.
• Realizar un análisis de brechas, para identificar problemas que causan no conformidad con un estándar de gestión, como ISO 14001, con una norma, una ley, un acuerdo o exigencias de organismos regulatorios.
• Realizar una evaluación de riesgos que permita determinar amenazas inminentes, establecer la gravedad, el impacto y la probabilidad de ocurrencia y priorizar las que necesitan atención inmediata.

3. Diseñar el plan de prevención de la contaminación ambiental

El alcance, los riesgos y su gravedad y la lista de exigencias regulatorias o de brechas de cumplimiento, son los elementos esenciales para diseñar las acciones de prevención. Algunos riesgos y algunas brechas de cumplimiento requerirán investigar para encontrar la causa raíz. Las acciones de prevención pueden ser tan sencillas como sustituir un ingrediente o una materia prima, hasta diseñar un nuevo proceso, probarlo, implementarlo y capacitar a los empleados. Algunas acciones no necesariamente buscan eliminar un producto o proceso, sino mejorar la relación con el medio ambiente. Ejemplo de ellas son las que buscan disminuir el consumo de combustibles fósiles, de agua o de otro recurso natural.

4. Establecer objetivos precisos y los respectivos indicadores de medición

La planificación de la contaminación ambiental no tendría sentido si no se pretenden cumplir metas y alcanzar objetivos. En la política, de la que se habla en el primer paso, se hace referencia a objetivos generales. Ahora es el momento de definir objetivos precisos, específicos. Esos objetivos, para que sean relevantes, necesitan ser medibles, alcanzables, precisos y realistas. Pero también es necesario fijar un tiempo para su cumplimiento y determinar indicadores para evaluar el logro o no de lo propuesto. Con estos elementos, los profesionales en gestión ambiental están listos para poner en marcha el plan para la prevención de la contaminación ambiental. Esto lleva a completar otras etapas: evaluación de cumplimiento, evaluación de rendimiento, verificación del alcance de los objetivos, informar sobre la gestión, revisar, evaluar y reiniciar el ciclo para mejorar el plan y con él, la gestión.

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