Seguridad y salud en el trabajo a distancia: principales riesgos del trabajo en remoto

La seguridad y salud en el trabajo a distancia, particularmente cuando las tareas se realizan desde la casa del empleado, no está exenta de riesgos laborales o amenazas para la integridad y el bienestar físico y emocional, aunque a priori no sean tan evidentes. Por supuesto, hay una disminución en la probabilidad de sufrir un accidente durante el traslado de la casa a las instalaciones de la organización. Pero las amenazas para los trabajadores, en casa, pueden ser mucho más lesivas, nocivas y frecuentes, que las que se tratan usualmente en las oficinas de la organización. La seguridad y salud en el trabajo a distancia propone retos que son difíciles de enfrentar por dos razones: lo desconocido del espacio en el que el trabajador desempeña su tarea, y la diversidad de condiciones, que pueden ser tantas como empleados trabajen en remoto.

Seguridad y salud en el trabajo a distancia – Los riesgos del trabajo en remoto

La tranquilidad del hogar y la vida sedentaria que se asocia a él, pueden afectar la salud física y mental del trabajador. Estos riesgos específicos de seguridad y salud en el trabajo a distancia, son difíciles de identificar. Después de todo, ¿quién no se siente cómodo en su propio hogar? Seis riesgos ocultos para la seguridad y salud en el trabajo a distancia, especialmente, ofrecen un alto impacto negativo sobre la salud y la seguridad de los trabajadores que teletrabajan:

1. Ausencia de condiciones ergonómicas

Con la llegada de la emergencia sanitaria, muchos trabajadores se vieron obligados a diseñar e implementar espacios de trabajo improvisados, sobre la marcha. Las organizaciones no tuvieron tiempo suficiente para exigir requisitos o comunicar a sus empleados los protocolos de seguridad y salud laboral, y especialmente, condiciones ergonómicas mínimas. Algunos trabajadores pensaron que trabajar con un ordenador portátil desde la cama, era una oportunidad que no se podía desaprovechar. Poco tiempo fue necesario para que aparecieran los dolores de espalda, de cuello, de columna, sin mencionar incremento de peso y pérdida progresiva de la movilidad en las articulaciones.

2. Estrés generado por problemas personales o de índole familiar

Quizás no lo parezca, pero el hogar y la vida en familia, cuando se integran al trabajo, constituyen la mayor fuente de estrés. Las demás personas en el hogar no están trabajando y les es difícil aceptar límites o fronteras entre la vida familiar y el trabajo que desempeña un miembro de la familia. En circunstancias normales, la pareja, por ejemplo, esperaría al trabajador/a en la noche para discutir el incremento de la cuenta de energía eléctrica. Pero, si está ahí, al alcance de la mano, ¿por qué no hacerlo ahora? Pero también están los sonidos propios de la vida familiar: las risas de los niños, el choque de los platos al lavarse, la aspiradora… Y a esto se suma que el trabajador extraña a sus compañeros y añora tener charlas de pasillo o comentar incidencias propias del trabajo. El resultado, un ambiente cargado de estrés que repercutirá sobre la salud física y mental del trabajador.

3. Inactividad física

El trabajo en la oficina puede ser tan sedentario como el que se lleva a cabo en casa. Pero, es posible que en las instalaciones de la empresa alguien esté a cargo de motivar las pausas activas y generar espacios para el ejercicio y el cambio de actividad. Pero no es todo: en la oficina, será necesario caminar desde la parada del metro o del autobús, o desde el aparcamiento, hasta la oficina. También será preciso subir y bajar escaleras, y caminar desde el escritorio hasta la máquina del café o hasta la impresora. Sin duda, el trabajo en casa representa una disminución importante de la actividad física, con las consecuencias previsibles para la salud del trabajador.

4. Sobrecarga de trabajo

Para muchos trabajadores, durante la emergencia sanitaria, este fue un elemento común en el desarrollo de sus tareas. Los superiores, considerando que el trabajador no requería tiempo para desplazarse hacia la oficina en la mañana, y tampoco para regresar a casa en la tarde, trataron de acaparar todos estos espacios con más tareas y más funciones. Uno de los riesgos de seguridad y salud en el trabajo a distancia más recurrentes es este: la sobre carga de trabajo, que, en presencia de condiciones estresantes como las que ya hemos mencionado, conforma un cóctel explosivo para la salud emocional y física del empleado.

5. Poco tiempo al aire libre

Los trabajadores remotos, en el hogar, no tienen necesidad de salir a la calle, y no encuentran razones válidas para hacerlo. Esto hace que el trabajador respire aire estancado, cargado de polvo, que no aporta los beneficios del aire libre. Es importante que los trabajadores remotos salgan de sus casas todos los días, caminen, hagan ejercicio y socialicen con otras personas.

6. Hábitos alimenticios y sociales poco saludables

Los trabajadores en casa comen más, pero no necesariamente mejor. Igualmente, al sentirse aislados y no tener interacción social con personas diferentes a sus familiares, desarrollan comportamientos asociales, neuróticos o incluso, paranoicos. Es importante que la familia apoye al trabajador en casa, suministrándole alimentos sanos, en los mismos horarios que lo haría en la oficina, y no en todas las ocasiones que desee consumirlos. También es necesario que el trabajador se reúna con sus compañeros, en sus casas, o forme parte de clubes o asociaciones donde interactúe con otras personas diferentes a su familia.

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