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gestión de equipos de protección personal

Buenas prácticas en la gestión de equipos de protección personal para optimizar el programa SST

Una gestión de equipos de protección personal efectiva es un elemento clave en el área SST de muchas organizaciones. Es, además, una tarea compleja porque cuando existe el compromiso y la obligación de garantizar la salud y seguridad de los trabajadores no es posible escatimar esfuerzos.
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La gestión de equipos de protección personal se desarrolla día a día y es un proceso cíclico. Esto significa que, aunque se hayan asignado los equipos necesarios a todos los trabajadores de la organización, aún hay mucho que hacer.

En qué consiste la gestión de equipos de protección personal

La gestión de equipos de protección personal es un conjunto de procesos, procedimientos y tareas que se desarrollan con un objetivo claro: que cada trabajador disponga y utilice equipos adecuados para la tarea que realizará y que esos equipos reúnan las características de calidad mínimas para cumplir con su función. Esa función de los EPPs no es otra que evitar que el trabajador resulte herido o sufra consecuencias mayores a causa de una accidente. Por supuesto, también preservan la salud de los empleados de otro modo, ya que minimizan la exposición a agentes químicos, ruidos, exceso de luz o temperaturas altas o bajas en extremo. El uso de equipos de protección personal es responsabilidad del empleado. Proporcionar los equipos, exigir su uso e incluir la obligación en políticas de empresa, manuales o instrucciones de trabajo es una responsabilidad del empleador.

Qué se considera equipo de protección personal

Los equipos de protección personal son elementos diseñados y fabricados para proteger la integridad del trabajador y su salud ante el riesgo que representa ejecutar una tarea determinada. Los riesgos laborales pueden estar asociados a la manipulación de un material, a la altura, a las condiciones atmosféricas o climáticas o a la probabilidad de que se presente un accidente. El uniforme o las prendas de vestir habituales de un trabajador no son equipos de protección personal. De la misma forma, los EPPs no se utilizan en tareas, en situaciones o en actividades diferentes a las que representa el riesgo que minimizan o evitan. De acuerdo con el nivel de protección requerido, la gestión de equipos de protección personal establece tres categorías:
  • Equipos simples: son los que ofrecen un nivel de protección básico, para riesgos de impacto leve. En esta categoría se incluyen calzado antideslizante, guantes, prendas de vestir como impermeables, etc.
  • Equipos intermedios: protegen al trabajador de lesiones o afectaciones que no resultan letales, pero sí pueden tener afectaciones perdurables e irreversibles. Gafas de seguridad, cascos anti golpes, coderas y rodilleras, protectores auditivos o chaquetas reflectantes son algunos de ellos.
  • Equipos de alto impacto: están diseñados para evitar cualquier afectación grave. Los elementos que componen la línea de vida para trabajar en alturas o los trajes especiales para resistir altas temperaturas son ejemplos en esta categoría.

Cómo desarrollar la gestión de equipos de protección personal

Aunque la gestión de equipos de protección personal es una responsabilidad compartida entre trabajadores y empresa, lo cierto es que la parte mayor corresponde a la organización. Esta es la encargada de diseñar e implementar los procesos de gestión. Un trabajo que pasa por varias fases.

1. Identificar los riesgos y las necesidades de EPPs

Las organizaciones que han implementado un sistema de gestión de seguridad y salud en el trabajo ya habrán realizado una evaluación de riesgos que les proporcione la información necesaria. El objetivo es identificar las tareas, actividades o procedimientos que implican un riesgo que se puede evitar o mitigar con el uso de un equipo de protección personal.

2. Crear un inventario de equipos de protección necesarios

Con base en la información recopilada en el primer paso, se crea un listado de necesidades de equipos. Este incluye aspectos como las características técnicas exigidas, número de unidades y área o departamento en el que se utilizarán.

3. Conseguir los equipos adecuados

La adquisición de los equipos implica un paso adicional: la comprobación del cumplimiento de normas técnicas particulares. Algunas de ellas se exigen por medio de normativas y otras por reguladores para sectores específicos. En Europa, por ejemplo, el Reglamento UE 2016/425 es la norma que se aplica. Todos los EPP deben incorporar la marca CE junto al nombre del fabricante.

4. Probar los equipos de protección personal

Las organizaciones que implementan la gestión de equipos de protección personal tendrán que probar cada uno de ellos. Deben hacerlo en las condiciones y escenarios en los que se puede materializar el riesgo. En etapas posteriores, la confianza en un fabricante y el uso recurrente del equipo permitirán realizar pruebas periódicas o aleatorias. En estas pruebas es importante tener en cuenta las observaciones del trabajador, que es el que utilizará el equipo y el que expone su integridad física.

5. Capacitar y concienciar a los empleados

Por elemental que parezca el uso de un determinado equipo, es necesario impartir formación y capacitación. Los programas de capacitación responden a un programa que considere las nuevas incorporaciones de personal. La capacitación sobre el uso de EPPs debe ser un paso sistemático en el proceso de incorporación no solo para enseñar el uso correcto, también concienciar sobre las consecuencias de no usar el equipo o hacerlo de forma inadecuada o negligente.

6. Controlar el inventario de EPPs

Parte esencial en la gestión de equipos de protección personal es satisfacer las necesidades de los trabajadores en el momento oportuno. Así, otra clasificación para los EPPs podría determinar tres tipos: los de larga duración, los de media y los de corta duración o desechables. Es importante determinar y evaluar la duración de los equipos y mantener un stock en almacén suficiente para no exponer ni un solo día a los trabajadores.

7. Obtener retroalimentación de los trabajadores

Los comentarios de los trabajadores impulsan la mejora continua de la gestión de equipos de protección personal. Son ellos los que pueden indicar cuándo conviene cambiar a un proveedor, mejorar la protección en algunos casos, eliminar un elemento por innecesario o añadir otro. La gestión de equipos de protección personal es compleja. Por eso, una recomendación de alto valor es utilizar una herramienta digital para automatizar y digitalizar la tarea. La tecnología es el mejor aliado de la seguridad de los trabajadores. Con tantos aspectos para supervisar, hay matices que pueden pasar inadvertidos si no se dejan en manos de una herramienta digital.

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