Evaluación del desempeño ambiental: cómo realizarla de acuerdo con el ciclo PDCA

La evaluación del desempeño ambiental es la primera acción relevante que tiene lugar una vez finaliza la implementación de un Sistema de Gestión Ambiental. Tras un arduo trabajo es preciso comprobar que los procesos diseñados y el Sistema en general, se comportan como se había planificado y responden al contenido de las políticas, objetivos y aspectos ambientales. Pero la evaluación del desempeño ambiental también es un paso necesario para cumplir con requisitos de estándares internacionales como ISO 14001, por mencionar el más reconocido. Por supuesto, existen diferentes metodologías e indicadores apropiados para realizar la evaluación del desempeño ambiental. El ciclo PDCA, no obstante, permite realizar la evaluación, cumpliendo con los requisitos que se espera de este tipo de valoraciones.

¿Por qué utilizar el ciclo PDCA para realizar la evaluación del desempeño ambiental?

El ciclo PDCA, como su nombre lo indica, es una metodología de trabajo continua, cíclica, que deja poco espacio al error en los resultados que ofrece. Cualquier tarea que requiera un enfoque sistemático, como la evaluación del desempeño ambiental, obtendrá interesantes beneficios del uso del ciclo. La forma cíclica, constante y repetitiva en que se desarrollan las cuatro fases del ciclo, promueven la mejora continua y constante del proyecto, programa o Sistema que se evalúa con base en esta metodología. El ciclo se desarrolla en cuatro etapas, de cuyas iniciales en inglés se deriva el nombre: P= Planear, D= Hacer, C= Verificar y A= Actuar. Veamos entonces como se aplican estas cuatro etapas en la práctica real de una evaluación del desempeño ambiental.

¿Cómo realizar la evaluación del desempeño ambiental utilizando el ciclo PDCA?

Con las cuatro etapas del ciclo identificadas, lo que procede es aplicarlas en la tarea de evaluación. En algunas organizaciones, esto será muy fácil ya que la misma metodología se ha aplicado en el diseño e implementación de algunos procesos propios del Sistema de Gestión Ambiental. Todo inicia con la planificación:

1. Planificar

La evaluación del desempeño ambiental necesita ser parte de la cotidianidad de la organización. Pero también necesita tomar como puntos de referencia principales los objetivos y los aspectos ambientales significativos, así como los requisitos y expectativas de las partes interesadas en la Gestión Ambiental. La planificación considera, igualmente, todos los productos o servicios que produce la organización, todas sus actividades y todos los elementos tomados en cuenta para la definición del contexto. Durante esta etapa de planificación, también se estiman los recursos humanos, económicos y tecnológicos que demandará la evaluación. Con recursos limitados, es probable que se deban priorizar áreas o líneas de producto especialmente sensibles para ser evaluados. Por supuesto, es importante limitar la evaluación a los mismos términos que definen el alcance del Sistema. Esto también permite elegir los indicadores relevantes, de tal forma que se recopilen los datos y la información precisa que arrojará conclusiones y resultados realmente útiles para le mejora del desempeño ambiental.

2. Hacer uso de la información recopilada

El siguiente paso es recopilar sobre el terreno la información definida en la etapa de planificación. La información recopilada sirve para calcular los diferentes indicadores, también planificados en el paso anterior. El comportamiento de los indicadores sirve para establecer el cumplimiento de los objetivos, que de forma ideal tendrían que ser todos. Sin embargo, también se identifican desviaciones, fallas de cumplimiento o no conformidades con los requisitos del estándar en que se basa la Gestión, cuando este es el caso. Cuando el ciclo PDCA se ejecuta por primera vez, no existe información anterior para comparar, pero sí se genera la necesaria para establecer contrastes con respecto a futuras evaluaciones. Los indicadores de consumo de energía, de uso de combustibles fósiles, de emisiones de CO2, por ejemplo, resultan muy interesantes y útiles en esta etapa.

3. Verificar la información y los resultados de los indicadores

La veracidad y confiabilidad de la información, así como los resultados de los indicadores son comprobados y verificados en esta etapa del ciclo. Es esta etapa la que le aporta certeza a los resultados que justifican el valor del ciclo PDCA. La verificación pretende confirmar la eficacia de la información recopilada y, en consecuencia, la efectividad o no de la Gestión Ambiental. Pero también se establece si se trata de una Gestión que avanza y mejora y si los indicadores que se han propuesto desde la etapa de planificación son los adecuados, y las fuentes desde las que se toma la información son las correctas.

4. Actuar con base en los resultados obtenidos

Con informes e indicadores verificados, los evaluadores están listos para diseñar e implementar las acciones necesarias para solucionar problemas y mejorar la Gestión ambiental, pero también el proceso de evaluación del desempeño ambiental. Estas acciones pretenden aumentar la eficacia y eficiencia del proceso de evaluación, que, al final, redunda en la mejora de la gestión ambiental. Es importante no olvidar identificar también las oportunidades de mejora detectadas, documentar las diferentes etapas del ciclo y sentar así las bases para reiniciar el ciclo con la expectativa de obtener resultados cada vez mejores y más relevantes.

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