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OKR en sistemas HSE. Errores comunes en su implementación y gestión

OKR

La determinación de objetivos es algo fundamental para que nuestro sistema HSE funcione correctamente. De hecho, son clave para que todas las personas implicadas tengan claridad y sepan dónde queremos llegar y en qué medida nos estamos acercando a ese objetivo. Conocer el grado de avance hacia la consecución de los objetivos HSE es de vital importancia. Gracias a contar con una monitorización y seguimiento constantes podremos determinar qué estamos haciendo bien, en qué podemos mejorar y cómo estas mejoras afectarán a la consecución de objetivos HSE.

OKR en HSE

Hace poco hablamos de cómo la metodología OKR en HSE puede ayudar a las organizaciones a la consecución de sus objetivos a corto y medio plazo. Por supuesto, estos deben estar alineados con los objetivos a largo plazo de la organización. Recordemos que la metodología OKR es la utilizada por grandes empresas como Google, Linkedin o Spotify para guiar sus distintas áreas hacia resultados excelentes. Si quieres recordar ese artículo sobre OKR para HSE solo tienes que hacer clic aquí. ¿Por qué no emplearla para la gestión de la Salud, Seguridad Laboral y Medioambiente? Si estás decidido a utilizar esta metodología para la definición de tus objetivos HSE, es fácil que pases por alto algunos detalles, de hecho, los responsables de su definición suelen cometer fallos casi siempre en los mismos aspectos, independientemente del área a la que estén aplicando.

Errores comunes en la definición de OKRs para HSE

Existen varios tipos de posibles errores. Los más comunes están relacionados con la propia planificación y alineación con la estrategia corporativa y objetivos de mayor calado procedentes de la planificación estratégica. Una vez superado este tipo de error, los siguientes que se producen con más frecuencia son los que tienen que ver con la propia redacción.  
  • Falta de liderazgo e implicación: Para implementar una metodología OKR, ya sea en el área HSE o en cualquier otra, es imprescindible contar con las personas adecuadas. Estas personas deben estar implicadas, conocer OKR en profundidad, confiar plenamente en la metodología y ser capaces de transmitir su filosofía.
  • Establecer implicaciones económicas: OKR tiene la gran ventaja de ser motivador, de intentar que las personas y los equipos se marquen objetivos ilusionantes, motivadores y realmente difíciles de alcanzar. Como tal, su consecución implica un gran esfuerzo. Sin embargo, si alineamos los OKR a compensaciones económicas conseguiremos el efecto contrario y las personas tenderán a marcar objetivos menos ambiciosos con los que alcanzar más rápidamente sus aspiraciones económicas.
  • Centrarse demasiado en los números (KR): Los Key Results son claves y fundamentales, sin embargo, su consecución no es excluyente para alcanzar el objetivo final. Si las acciones, los cómo, los orientamos únicamente a conseguir los Key Results, será fácil que perdamos de vista el objetivo final y con ello, aunque se consigan los KR, no se consiga el objetivo.
  • Falta de alineación y “cascadeo”: Los OKR principales parten de la planificación estratégica de la organización o, en este caso, de los objetivos estratégicos HSE. Estos objetivos principales deben estar completamente alineados y ser desglosados (cascadeados) en objetivos más pequeños por áreas, responsables, materias o cualquier otra unidad que sea relevante. Tanto la alineación con los objetivos globales como la interrelación entre estos OKR cascadeados de menor nivel debe ser perfecta para obtener resultados excelentes.
  • Falta de comunicación: Es fácil encontrar áreas en las que se establecen objetivos e indicadores, pero no se habla de ellos salvo en su presentación. Esto es un error. OKR precisamente se basa en la capacidad de implicación y trabajo en equipo que se consigue al compartir un objetivo y ser plenamente conscientes de su trascendencia. Las personas deben conocerlos, estar implicados en ellos, conocer en cada momento el grado de avance y cómo su aportación hace avanzar el conjunto hacia los objetivos estratégicos.
  • Mala redacción de OKR: La redacción de un objetivo OKR es fundamental. Debe resultar motivadora y retadora para que las personas se impliquen en su consecución, de ahí el hecho de que suelen participar varias personas o toda un área en su definición grupal.
  • Definir OKR desde dirección: Como hablamos, OKR debe ser un trabajo compartido en el que participe todo un equipo. Desde el objetivo principal, estratégico o de nivel superior, será el equipo el que deberá debatir cuál es la mejor forma de llegar hasta él y qué indicadores son los que determinarán si nos acercamos. Recuerda que nunca una sola persona tiene todo el conocimiento y que quienes están ejecutando y conocen de primera mano los procesos tienen mucho que aportar.
  • Ausencia de responsables: Cualquier OKR debe contar con un responsable, una persona que será la cabeza visible, que monitorizará los KR y se encargará de que todas las personas implicadas en las acciones correspondientes hagan su parte de la mejor manera posible. Si no establecemos un responsable a un OKR quedará, con casi total seguridad, sin avanzar.
  • Crear demasiados OKR: Sobre todo en los inicios, es fácil crear multitud de objetivos, mal redactados y con excesivos KR. Es un error ya que otro de los pilares de OKR es medir solo lo que importa y centrarse en lo realmente importante, en aquello que nos hará conseguir de forma más eficiente el objetivo final.
  • No hacer sesiones de check in con la frecuencia necesaria: OKR es una metodología muy efectiva si se tiene un control y feedback constante. Para mantener el avance necesitaremos revisar los resultados y realizar sesiones de comprobación con los responsables de cada objetivo, indicador y actividad de forma frecuente. Habitualmente el plazo para las sesiones de CFR es de una semana, pero se puede variar en función de las necesidades.
  Si tienes en cuenta estos errores comunes al emplear OKR conseguirás muchos mejores resultados y te será más sencillo alcanzar los objetivos globales.

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