¿Cómo evaluar los Riesgos Profesionales?

Evaluación de Riesgos Profesionales

Hoy por hoy, evaluar los Riesgos Profesionales va más allá de ser solo una necesidad, ya que en la mayoría de los países está regulado legalmente y es de obligatorio cumplimiento. En este sentido, la prevención juega un papel fundamental en el contexto de la Salud, Seguridad y Ambiente (HSE), de hecho, representa el pilar y misión de toda evaluación de riesgos que se implemente en una organización.

¿Qué es la Evaluación de Riesgos Profesionales?

Partimos de la misiva que indica que la evaluación de los riesgos es obligatoria en cualquier tipo de organización, está estructurada por una serie de etapas secuenciales que inician desde la identificación de los riesgos y finalizan en algunos casos, con la implementación de planes de tratamiento que permitan mitigarlos o en su defecto, que los lleven a niveles tolerables para salud y seguridad de los colaboradores y minimice su efecto en el medio ambiente. El objetivo de la evaluación de los riesgos mediante la identificación de peligros debe estar fundamentado en la prevención y dar una respuesta adecuada a:

• La eliminación o control de los factores de riesgo.
• La implementación de controles que permitan minimizar los riesgos que no pueden mitigarse.
• La planificación de planes de tratamiento efectivos de acuerdo a la necesidad.

¿Cómo evaluar Riesgos Profesionales de forma eficiente?

Para lograr evaluar los riesgos profesionales de forma eficiente y eficaz, las organizaciones deben analizar todo el contexto en relación a los criterios de valoración, para finalmente establecer su magnitud y finalmente tomar decisiones que permitan, evitarlo, controlarlo o mitigarlo, para ello, se pueden apoyar en las diferentes metodologías donde al final todas llevan básicamente la siguiente estructura:

 Etapa 1. Identificación de los Peligros y Riesgos Profesionales

En esta etapa se deben determinar los peligros que tienen el potencial de generar un daño en los colaboradores o en el ambiente, para ello, se recomienda la utilización de metodologías de identificación de peligros como la validación de las estadísticas de los accidentes o enfermedades laborales, la realización de inspecciones, entrevistas, entre otros. Después de validar los peligros se deben identificar los factores de riesgo presentes en las actividades diarias inherentes a la operatividad de la organización, tomando en cuenta la probabilidad de que ocurra un evento o incidente, además de verificar su severidad, estos riesgos pueden clasificar de la siguiente forma:

• Trivial.
• Tolerable.
• Moderado.
• Importante.
• Intolerable.

Etapa 2. Evaluación de los Riesgos

Después de identificar los factores de riesgo, estos deben evaluarse de manera que se pueda determinar su probabilidad de ocurrencia en relación a su severidad, todo ello permitirá establecer los umbrales que varían de acuerdo a la metodología de evaluación implementada, sin embargo, los más comunes pueden ser: Para el caso de la probabilidad:

• Baja si el incidente o evento se ha presentado como máximo una vez en un periodo de un año.
• Media si el incidente o evento se ha presentado con una periodicidad que oscile entre dos a once veces un periodo de un año.
• Alta para los casos donde el incidente o evento se ha presentado doce veces o más por área de trabajo, en un periodo de un año.

Para el caso de la severidad:

• Ligeramente dañino para lesiones de tipo leve que no requieran de tratamiento médico.
• Dañino para lesiones que necesiten de tratamiento médico
• Extremadamente Dañino para los casos donde se requiera de incapacidad permanente, amputación, mutilación e inclusive la muerte del colaborador.

Etapa 3. Establecer Controles y/o Planes de Tratamiento de Riesgos

El resultado de la evaluación permitirá el establecimiento de controles que tengan como objetivo la mitigación o eliminación de los factores de riesgos, estas acciones dependen del nivel de riesgo, donde las más comunes son los cambios o sustituciones de los procesos y en los casos donde los niveles son extremadamente dañinos, puede representar el cese inmediato de esas actividades.

Etapa 4. Registrar los Datos Obtenidos, Hacer Seguimiento y Documentar la Información

Finalmente se deben documentar los datos obtenidos, considerando la efectividad de los planes de tratamientos o controles establecidos, además de actualizar periódicamente la matriz de riesgos, mediante nuevos análisis y evaluaciones. A través de una efectiva evaluación de riesgos profesionales las organizaciones podrán monitorear y controlar los peligros a los cuales están expuestos sus colaboradores y el medio ambiente en el que operan, mediante una visión que abarca todo el contexto HSE iniciando en la identificación de los peligros, la evaluación de los factores de riesgos, hasta los planes de tratamientos implementados, para lograr minimizar su probabilidad de ocurrencia y severidad, garantizando condiciones de trabajo adecuadas y al mismo tiempo asegurando el cumplimiento legal.

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