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Reducir los accidentes laborales

Reducir los accidentes laborales: 8 medidas proactivas para garantizar la seguridad en el trabajo

Reducir los accidentes laborales mejora la percepción de los empleados hacia la organización, con los beneficios implícitos. Pero también es un propósito que contribuye a mejorar la percepción como empleador, lo que se convierte en mayor capacidad para atraer y retener mejores talentos. Resumiendo, reducir los accidentes laborales hace trabajadores felices. Pero también mejora las tasas de las aseguradoras, disminuye la probabilidad de sanciones y multas y, en general, construye un espacio de trabajo más productivo.
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Esto hace que la tarea deje de ser una iniciativa loable para convertirse en una estrategia de negocios prioritaria. Por todo esto, reducir los accidentes laborales es un objetivo recurrente en cualquier programa de salud ocupacional o Sistema de Seguridad y Salud en el Trabajo. Todos quieren que sea así. Pero no siempre se trabaja de manera efectiva para que en verdad el objetivo se alcance.

¿Cómo reducir los accidentes laborales y garantizar la Seguridad en el Trabajo?

El enfoque de los Sistemas de Seguridad y Salud en el Trabajo modernos es hacia la prevención. Estos sistemas se preocupan por eliminar todo tipo de eventos negativos, aunque estos no generan lesionados o consecuencias mayores. El objetivo es preocuparse por lo mínimo para no tener que afrontar lo máximo. Pese a ello, reducir los accidentes laborales sigue siendo un objetivo prioritario. Nadie quiere ver personas lastimadas o algo peor. Los accidentes, además, generan costes médicos, interrumpen la producción y obligan a cambios repentinos de posiciones de empleados, aumentando así la probabilidad de nuevos accidentes. Reducir los accidentes laborales es posible. Incluso. Incluso pueden ser eliminados del mapa de Seguridad Laboral. La diferencia la hacen las estrategias proactivas. Ocho muy efectivas son:

1. Crear una sólida cultura de seguridad

Cuando los empleados saben que es Seguridad en el Trabajo, conocen las normas, las acatan, hablan sobre el tema entre ellos y con sus superiores y exponen ideas para mejorar, es posible afirmar que en esa organización hay una sólida cultura de Seguridad. La cultura, no obstante, no aparece por generación espontánea. Es el fruto de un trabajo y el resultado de la conjunción de varios elementos:
  • Expresar el compromiso con la seguridad de la Alta Dirección en una política. El documento, además, debe asignar responsabilidades, fijar objetivos y comprometer la entrega de recursos.
  • Comunicar e informar a todos los trabajadores, sobre la existencia de un programa o un Sistema de Gestión, las normas para seguir, los compromisos que deben asumir los trabajadores, entre otros temas. Esto se hace en charlas, foros, sitios en la intranet, publicaciones impresas, entre otros medios.
  • Obtener la participación de los trabajadores, involucrándolos en grupos de trabajo, comités u otro tipo de órganos en los que se desempeñen tareas relevantes para la Seguridad.
  • Conformar un equipo de trabajo dedicado que se ocupe de temas como las auditorías, las revisiones, el cumplimiento, la mejora y la participación de todos los interesados.

2. Solucionar deficiencias de formación y capacitación

El primer paso evidenciará que algunos trabajadores necesitan formación y capacitación. Algunos para desempeñar con seguridad su puesto de trabajo, otros porque necesitan conocimientos y competencias específicas para trabajar de forma activa en el Programa de Seguridad. Lo primero es identificar las necesidades puntuales de formación. Lo segundo, decidir los programas a utilizar, el proveedor o la forma en que se impartirá la formación. Algunos programas solo se ofrecen en modalidad presencial, con los problemas que ello implica. Otros son impartidos por consultores en las instalaciones de la organización. Los hay, finalmente, en modalidad e-learning, que permite el acceso de gran número de personas, con un coste razonable, desde cualquier lugar y en cualquier momento.

3. Identificar y evaluar los riesgos

Con los asuntos preliminares resueltos, el equipo está listo para pisar el terreno. Es el momento de examinar el sitio de trabajo, inspeccionarlo y encontrar las amenazas. Es un paso en donde suma la participación de los trabajadores. Las inspecciones, que son en la práctica cacerías de riesgos, necesitan la intervención de los trabajadores que son los que mejor conocen el terreno. Identificados los riesgos, lo que sigue es una evaluación técnica: establecer probabilidad e impacto, clasificar, priorizar, diseñar acciones de tratamiento…

4. Revisar la ergonomía

El paso tres llevará al equipo a evaluar un conglomerado de peligros que penden sobre los empleados a diario. Muchos de ellos, desconocidos hasta el momento. Pero, de forma paralela, se puede avanzar en un tema que siempre tendrá un impacto considerable en la salud de los trabajadores: la ergonomía. Las condiciones ergonómicas tienen una particularidad: no se puede generalizar. Cada persona, de acuerdo con su contextura, su estatura y sus condiciones físicas, tiene exigencias diferentes. Así, el puesto de trabajo, las estaciones, escritorios, máquinas y equipos, deben adaptarse a la condición de cada empleado, y ser lo suficientemente flexibles como para permitir sin traumatismo la rotación de los empleados por diferentes puestos de trabajo. Pero la ergonomía también tiene que ver con formas y técnicas para levantar objetos pesados, para realizar ciertas actividades físicas o para asumir una postura adecuada mientras se realiza una determinada tarea. Pausas activas, Equipos de Protección Personal y rotación periódica por diferentes puestos de trabajo complementan el espectro de lo que se debe considerar en el tema de ergonomía.

5. Mantenimiento de maquinaria y equipos

Revisar y proporcionar mantenimiento preventivo, y correctivo oportuno, a máquinas, herramientas y equipos, es una tarea que ayuda de forma efectiva a reducir los accidentes laborales. Revisión, inspección y mantenimiento necesitan periodicidad programada, planificación y recursos. El programa de mantenimiento será tan frecuente cómo la actividad lo requiera. La planificación y la ejecución de la tarea corresponderá a personal experto. El éxito de la tarea dependerá de la interacción con los empleados, anterior y posterior al mantenimiento. Los encargados de reparar y ejecutar acciones preventivas necesitan saber cómo se comporta la máquina antes de hacerlo, y obtener la percepción del empleado que la utiliza una vez puesta en marcha de nuevo.

6. Investigar incidentes

Muchos trabajadores se lesionan o sufren enfermedades asociadas con el trabajo porque no se investigó un incidente, se desestimó o se pensó que no se repetiría. Investigar los incidentes, encontrar la causa raíz y aplicar las acciones correctivas correspondientes es la mejor forma para reducir los accidentes laborales. Algunas razones por las que no se investigan los incidentes son:
  • Temor a que se considere responsable al informante, o a alguno de sus compañeros.
  • Aversión al papeleo o trámite.
  • Percepción de que no se investigará ni se implementará ninguna acción correctiva.
  • Desconocimiento sobre la forma y los canales para informar.
Las organizaciones que han automatizado muchas tareas propias de la Seguridad y la Salud en el lugar de trabajo superan estas cuatro objeciones sin dificultad. Una plataforma que permita informar desde cualquier lugar, en cualquier momento, casi que en el mismo momento que ocurre el incidente, motiva al empleado a informar. Si, además, el trabajador tiene la oportunidad de informar de forma verbal, adjuntar imágenes u otro tipo de formato de información, la opción de presentar un informe deja de ser un problema.

7. Promover el bienestar de los trabajadores

Sorprende el número de lesiones que tienen origen en el agotamiento, el estrés o el exceso de carga laboral. Los periodos de descanso deben ser algo más que ir a casa y no hacer nada. El equipo de Seguridad en el Trabajo necesita promover el bienestar de los trabajadores. Implementar programas de vida sana y hábitos saludables es una buena estrategia parar reducir los accidentes laborales. Al interior de la organización también se pueden hacer cosas: programar eventos deportivos, organizar eventos gastronómicos, fomentar clubes de lectura, propiciar espacios para las expresiones artísticas de los trabajadores… Es importante, finalmente, dictar charlas o talleres sobre temas como el agotamiento, el manejo del estrés, la importancia de la salud mental, el acoso o la discriminación, entre otros de igual importancia.

8. Invertir en Tecnología HSE

La Seguridad de los trabajadores implica atender muchos frentes. Reducir los accidentes laborales es uno de los más importantes, pero no es el único. Aún en organizaciones pequeñas, las tareas diarias, la presentación de informes de incidentes o casi accidentes, la gestión de documentos, las investigaciones y el cumplimiento normativo en el área de Seguridad y Salud en el Trabajo, sobrepasa las capacidades de los equipos designados. Una Plataforma de Gestión HSE automatiza las tareas repetitivas, facilita la presentación de informes permitiendo aportar información en diferentes formatos, permitiendo el acceso desde cualquier dispositivo móvil, creando planes de acción, gestionando empleados y otros terceros, entre otras interesantes funcionalidades. La tecnología es la herramienta más útil para reducir los accidentes laborales. Este tipo de soluciones son accesibles para todo tipo de organizaciones, incluso las de menor tamaño. Una propuesta interesante es la que ocupa el apartado final.

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